19 enero 2015

Intimos Extraños, de Miguel Cane

El Cine visto a través de los INTIMOS EXTRAÑOS.

Francisco Peña.

"Siempre quise dirigir, es lo que me electriza, me estimula. Es muy distinto de actuar, es una forma de expresarme más auténtica para mí." Jodie Foster, en Intimos Extraños.

"Es que, realmente, más allá de mi vida privada que realmente a nadie interesa, hacer cine es mi vida". Jodie Foster, en Intimos Extraños.


Intimos Extraños, el libro de Miguel Cane, está poblado por una importante galería de actores, actrices y cineastas. Desde su publicación en 2006 generó una serie de elogios muy merecidos en el medio periodístico mexicano. Se subrayó la calidad del contenido, del estilo y la capacidad de su autor como periodísta.

También es conveniente recordar las breves pero sustanciosas palabras de Paco Ignacio Taibo I sobre Miguel Cane y esta obra. Yo sólo resumiré el entusiasmo creado por Intimos Extraños en el medio mexicano con la frase que escuché pronunciada "en vivo" por Ciro Gómez Leyva: "¡Miguel Cane, magnífico entrevistador; magnífico libro!"

Yo asumo en este artículo una tarea diferente. Hasta este momento, no se ha analizado Intimos Extraños desde una perspectiva más cinematográfica que periodística.

Desde el enfoque cinematográfico, Intimos Extraños es una sorpresa para el cinéfilo. Lo primero que salta a la vista es que el fan, conocedor del mundo de actores y actrices, tiene material abundante para saciar su curiosidad. "35 íconos del mundo del cine y la televisión" están presentes. Es la primera riqueza evidente que se detecta en el libro... pero hay otras.

Además del análisis de cada entrevista individual (rico y muy satisfactorio en cuanto a la habilidad con que Cane captura la personalidad de cada entrevistado), se puede pasar a otra perspectiva. Hacer un corte transversal, horizontal, de Intimos Extraños, revela el conocimiento de Cane sobre el medio. Aquí no importa tanto cada actor o actriz como individuos sino como voceros de formas artísticas de "hacer el cine", de producirlo, dirigirlo y actuarlo.
En ese sentido, el corte transversal de Intimos Extraños devela cómo los actores y actrices tienen distintas maneras de preparar su trabajo, diferentes formas de relacionarse con los personajes, cuáles son las escuelas de actuación que prefieren, cómo se relacionan con otros actores. También se toca el papel central de los directores en la creación fílmica y la relación actores-director. Todo lo anterior gira alrededor de la creación conjunta de una obra fílmica.

Esta aportación de Cane al conocimiento del lector cinéfilo es, desde mi punto de vista, tan importante como los retratos de cada uno de los 35 personajes.

A lo largo del libro, se detecta que el autor mantiene constantes temáticas en las entrevistas, que permiten que el lector tenga una visión de "cómo" hacen cine los entrevistados.

Predominan actores y actrices, pero que también están presentes directores o actores-directores: Roman Polanski, Jodie Foster, George Clooney, Sofía Coppola, Robert Rodríguez. Además, la capacidad de Cane permite que el cinéfilo, a través de los ojos de los actores, viva ciertos "momentos" en compañía de Ang Lee, Martin Scorsese, Alejandro Amenábar, Clint Eastwood, Walter Salles y Fernando Meirelles. Claro, la extraordinaria Liv Ullmann (en la que, en mi preferencia personal, es la mejor entrevista sin demeritar las demás) nos abre la puerta a ciertos rasgos "íntimos" de Woody Allen e Ingmar Bergman.

Veamos algunos ejemplos que ilustran las constantes temáticas que, con un enfoque más fílmico que periodístico, maneja Cane con sus entrevistados.

Pero antes de abordarlos, hay que insistir que el cinéfilo sólo obtiene la experiencia total (las facetas periodística y cinematográfica en conjunto) con la lectura completa de Intimos Extraños. ¡Bien vale la pena!

1. Los actores del Método: preparación y personajes
El famoso "Método" estadounidense de actuación de Lee Strasberg se volvió famoso cuando llegaron a la pantalla varios de sus alumnos y se volvieron estrellas. Marlon Brando, Al Pacino, Robert de Niro y Montgomery Clift son sinónimos del "Método". Se ha vuelto casi universal, aunque en realidad sus formas y técnicas tienen sus raíces en la escuela teatral rusa de Stanislavski.

En el libro de Cane casi todos los actores siguen en mayor o menor grado las técnicas del "Método", pero sobresalen tres que las explican con mayor detalle: Javier Bardem, Philip Seymour Hoffman y Felicity Huffman.

Los tres casos son interesante porque no abordan un personaje de ficción sino una persona real. Cane obtiene información de cómo el actor español se preparó para encarnar a Ramón Sampedro, en la polémica cinta sobre eutanasia Mar adentro (Amenábar). Para acercarse a la condición física de Sampedro, persona con discapacidad parapléjica, "visitó el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, donde también preparó su rol para Carne trémula (Almodóvar)". Al respecto, Bardem le confiesa a Cane: "Primero pasé por varios procesos para sentir lo que él: cabreo, angustia, negación... Quería sentirme igual que Ramón y lo cierto es que eso ayuda a entender algo, aunque poco, de su condición, porque yo intentaba comprender desde lo emocional, pero por alguna razón que no me entraba en la cabeza, no lograba pasar de la barrera intelectual: la impotencia. Estar obligado a una situación indigna durante mucho tiempo. No fue hasta que me encontré en esa cama, en el plató, que hallé lo que quería; fue una especie de epifanía inesperada con lo que estaba buscando".

Además, detalla un punto casi desconocido del trabajo actoral en general: el desgaste físico y emocional brutal que implica para los actores meterse en la piel de los personajes, especialmente con las exigencias del Método mismo a las que se llama comúnmente "inmersión". "Intenté adaptar mi cuerpo, que de por sí es grande, a un cuerpo atrofiado, inmóvil y rollizo y esto resultó en que al cabo de hacer esto durante casi diez horas todos los días, acabara con problemas en espalda y omóplatos, por lo que también neecesite fisioterapia. Pero me sentí contento al ver el resultado en pantalla, cuando Alejandro nos mostraba lo filmado ese día. Sientes que valió la pena pasar por algo tan arduo".

Y gracias también a Cane, Bardem expresa la crítica más fuerte para los actores que no están al servicio de su personaje, sea por el Método o por otras vías: "El actor pasa a veces por encima de los personajes, ponemos nuestra ambición por encima de lo que deben significar".

En el caso de Philip Seymour Hoffman, Cane captura a un actor del Método en una "inmersión" casi total. Hoffman obtuvo el Oscar al Mejor Actor por Capote, al protagonizar al extraordinario escritor. No en balde Cane titula a esta entrevista "El hombre que fue Capote".

El estadounidense declara: "Realizas todo el trabajo concreto que puedes hacer sobre el personaje. ves documentalees, escuchas grabaciones, ves fotos, lees, te entrevistas con quienes lo conocieron. Desde cuatro meses antes de que comenzáramos a filmar, me iba una o dos horas a un cuarto y me aislaba con todos estos materiales, y me ponía a trabajar. Y eso es todo, es alguien a quien yo tenía que descubrir, que conocer. Mucho fue práctica y cuestiones de técnica actoral, pero al final todo tenía que cuajar. No se trata de imitación, no se trata de mimetismo, se trata de crear un personaje, un hombre real; así que mucho es ensayo y error".

Felicity Huffman también recurrió al Método en la cinta Transamérica, para encarnar a un personaje transgénero. "Trabajé de cerca con dos mujeres transgénero e hicimos de todo, desde ir a sus casas y platicar, conocer cuál era su historia, cómo le contaron a sus padres, cómo fue laa operación, qué se siente al ponerse hormonas y que sintieron cuando salieron de sus casas por primera vez ya como mujeres antes del cambio, la terapia psicológica... todo. Hasta ir de compras, vestirse, maquillarse. Les pedí que me dejaran ver cómo era todo en su mundo."

Como se puede observar en el libro, varias entrevistas contienen en este tipo de detalles, que enriquecen al lector cinéfilo en su apreciación de todo el trabajo invertido finalmente en dos horas de proyección ante el público. Desde mi punto de vista, no es un logro menor de Miguel Cane como entrevistador sino uno de los más relevantes.

2. El actor y su personaje
Varias entrevistas contienen declaraciones sobre la relación entre el actor y su personaje. Menciono sólo la de Christian Bale (que da inicio a Intimos Extraños) como ejemplo de la constante temática, ya que se centra mucho en el proceso de relación entre Bale y el personaje de Batman. El actor aclara que conocía poco al personaje pero narra como fue adentrándose en él. Claro, con una doble dificultad porque primero tuvo que hacerlo con Bruce Wayne durante la mitad inicial de la película.

Refiriéndose a Batman, Bale le cuenta a Cane: "Piensa en el tipo de obsesión que alguien puede tener para retener el dolor y la ira por un hecho que sucedió veinte años atrás, y que todavía ocupa el primer lugar en su mente. ¡Es una obsesión increíble! ¡Es enfermo! Así que hay que concentrarse en el hecho de que Batman intenta haacer algo bueno con su dolor, culpa e ira, aunque sus impulsos originales lo llevarían a romper huesos y causar daño. Siempre está presente este conflicto. Yo creo que se mantuvo esencialmente esto. Separar a Bruce de Batman por completo, aun partiendo de un momento crítico".

Cane captura un hecho importante. Muchos actores y actrices tienen una extraordinaria capacidad para analizar su personaje. Por eso, en el set, un director sensible es capaz de aceptar sus sugerencias y mejorar el resultado final de la película.

3. Actores-directores
Como menciono arriba, Miguel Cane nos presenta a personajes que se colocan al frente y detrás de cámaras. Como ejemplo menciono la entrevista de Jodie Foster, cuya inteligencia y sensibilidad brillan a lo largo de todo el texto.

"Desde pequeña, recuerdo cuando hicimos Alicia ya no vive aquí (1974). Yo quería ver cómo el staff preparaba el set. Eso me emocionaba, la anticipación de ver la escena, todo eso siempre ha sido lo que me interesa. Recuerdo que a Martin (Scorsese) le hacía mucha gracia y cuando hice Little Man Tate me dijo que nunca había pensado que detrás de ese interés existiera la posibilidad de transformarme en una directora genuina. Me encantó que me llamara genuina, no puedo negarlo, y creo que en cierto modo, parte de sus enseñanzas están allí. Me sentí muy contenta".

"Cuando un actor dirige es como un paso natural en la evolución de su carrera. Cuando una mujer decide hacerlo, siempre se alzan cejas y les parece pintoresco. Yo no le veo nada de pintoresco. Siempre quise ser directora. ¿Sabes quién era uno de mis ejemplos, de los que hablábamos? Anne Bancroft. ¿Por qué? No sólo era una gran comediante (y si hay alguien a quien yo admiro es a los que tienen talento para hacer reir a alguien con la suficiente naturalidad como para que tú no te des cuenta de que te están jugando una broma, lo sé además porque trabajé con ella en Home for the Holidays, dirigiéndola y fue una maravilla), y una actriz extraordinaria. También era una mujer fascinante que un día escribió un guión (yo no puedo hacer eso, otra razón para hacerla notable, ¿te das cuenta?), lo produjo y lo dirigió. ¿Y qué pasó? Aunque la película (Fatso, 1980) es realmente buenísima, estuvo condenada al limbo, donde otras películas de menor calidad pero que han sido dirigidas por un actor, son mejor recibidas. No creo que esto le importara a Anne, pero es algo triste que uno de tus mejores trabajos se convierta sólo en una nota al calce, una "curiosidad" en una carrera brillante. Aunque yo no debería de quejarme, me fue muy bien con la crítica al dirigir mi primera película. Acaso la novedad era que yo la estaba dirigiendo, pero bueno, son cosas que pasan".

Además de las declaraciones de Jodie Foster, y el "momento" que nos entrega con Scorsese, se pueden recordar otros ejemplos en Intimos Extraños de la relación actor-director:

Los comentarios de Jake Gyllenhaal respecto de su trabajo con Ang Lee, en Brokeback Mountain, y de Scarlet Johansson sobre Woody Allen durante el rodaje de Match Point. Destaca la relación entre Jennifer Connelly y el brasileño Walter Salles en el diseño del personaje principal de Agua turbia. En cuanto a detalles de montaje de escena, son interesantes las observaciones de Hilary Swank y Rachel Weisz sobre el trabajo de Clint Eastwood (en Million dolar baby - Golpes del destino) y Fernando Meirelles (en El jardinero fiel).

Mención aparte merece la entrevista con Roman Polanski. Aunque su eje es su cinta Oliver Twist, Cane consigue que el director polaco se abra a otras zonas personales, asi como también hable de su oficio cinematográfico.

4. Lo mejor de lo mejor: Liv Ullmann
Dejo al final la que me parece la mejor entrevista de Intimos Extraños. Alli, Miguel Cane establece lo que considero el diálogo perfecto. La actriz-directora establece una conexión muy personal con el autor y ambos brillan como seres humanos.

En este contexto, el diálogo (más allá de la entrevista común) permite que Ullmann hable de su amistad con la actriz sueca Bibi Andersson, de Ingrid Bergman, de anécdotas de rodaje entre Ingrid e Ingmar Bergman (en Sonata de Otoño), su relación con el director sueco y cómo la influyó en su propia carrera como directora. Pero la parte más deliciosa es la anécdota del encuentro entre Ingmar Bergman y Woody Allen en Nueva York, donde ella fue mediadora y anfitriona.

Pero, para saber que ocurrió hay que leer el libro...

Ya con esta me despido...
Hay más en Intimos Extraños de lo que se observa a primera vista. El libro nunca se pensó como una compilación de estrevistas tipo "espectáculos" (más amarillistas que objetivas, como en la mayoría de las secciones de ese tipo en los diarios). Se diseñó como más serio, profesional, expresado por la escritura ágil y pulcra de Cane.

Junto a ese atractivo innato, he querido señalar al lector cinéfilo otros filones importantes en el libro. Son contenidos de los que se habla poco, tanto desde la página de espectáculos como desde la crítica de cine: el papel de los actores en el proceso de construcción de personajes y relación con directores para obtener una película redondeada.

La aportación de Miguel Cane a la difusión del proceso de producción artística del cine es muy importante, y lo es aún más porque lo logra a través de los ojos de involucrados. Cane muestra y demuestra que, más allá de las vidas privadas, sus entrevistados son personas comprometidas con su trabajo, que aman profundamente al Séptimo Arte: el Cine... Sí, con mayúscula.

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Cane, Miguel. Intimos Extraños. Edicionees B, S.A de C.V., Bradley 52, Colonia Anzures. 11590, México. D.F. Primera edición, mayo 2006. pp. 312.