Por Francisco Peña.
Dentro del género literario de la Ciencia Ficción (Science Fiction = SF) se distinguen, a grosso modo, tres corrientes estilisticas y de contenido. La Ciencia Ficción Dura (Hard Science Fiction), la Nueva Ola (New Wave) y la corriente Cyberpunk. Este texto pretende dar una visión a vuelo de pájaro de la corriente de la Nueva Ola.
2. El término Nueva Ola (New Wave) aplicado a la Ciencia Ficción está emparentado con el término Nueva Ola (Nouvelle Vague) usado por los franceses para hablar del cambio significativo que se dio en su cine a principios de los años 60. La Nouvelle Vague fue el nombre con el que se conoce al movimiento expresado por las películas de los realizadores franceses que comenzaron sus carreras en esos años: François Truffaut, Jean Luc Godard, Eric Rohmer, Alain Resnais, Jacques Rivette, Claude Lelouch y otros más.
Algunos de estos directores se iniciaron como críticos en la revista especializada Cahiers du Cinéma, en donde enfocaron sus baterías contra “el cine de papá” y que sostenía las viejas estructuras de producción y realización del cine comercial francés de los 50. Admiraban el cine norteamericano y manejaban los conceptos de “cine de autor”. Propugnaron por un cine más libre y flexible en las estructuras de producción que se reflejara en una cámara más ágil, montajes mas innovadores en cuanto a la relación espacio - tiempo en el cine, y una imagen más fresca. El cine tradicional era una camisa de fuerza, la Nueva Ola debía ser una liberación.
Hay un cierto paralelismo entre la Nueva Ola francesa de cine y la Nueva Ola dentro de la Ciencia Ficción, como se verá ahora. A finales de los 50, la Ciencia Ficción Dura entró en una crisis de contenido y de estilo. La mina se estaba agotando, y los jóvenes escritores consideraban que el género, tal y como se concebía temática y estéticamente, había llegado a un punto crítico; era por así decirlo la Ciencia Ficción “de papá” por su predictibilidad. Los intentos aislados de cambio se dieron en varios países, pero fue hasta 1964 en que el cambio tuvo un punto de referencia en Inglaterra. De hecho, al igual que el cine, se buscaba renovar la estructura de la Ciencia Ficción y su expresión estética.
El lugar de la cámara en mano en el cine, concebida como mayor movilidad de la imagen, fue ocupado en la Ciencia Ficción por nuevos estilos literarios que provenían de la novela moderna: ruptura de la continuidad de tiempo y espacio, voces y enfoques narrativos distintos, experimentación con gramática y vocabulario. Una de las principales ideas que enarboló esta corriente es que la Ciencia Ficción debía ser considerada seriamente como literatura, y como tal debe ser estudiada en sus obras y valores estéticos.
De alguna manera, la idea se fue filtrando a los ambientes académicos que, ante el incremento de la ciencia ficción en los medios de comunicación, tuvo que aceptar la realidad: la Ciencia Ficción merece ser estudiada en sus diferentes manifestaciones.
Dentro de las cuestiones temáticas, la Nueva Ola abrió la puerta a las ciencias “blandas”, es decir, a las ciencias sociales o no exactas. Se impulsó a la psicología, sociología, ecología, etc. De esta forma, amplió el rango de la Ciencia Ficción que hasta el momento había usado únicamente a las ciencias duras o exactas como base.
La Nueva Ola, al surgir como corriente detectable en 1964, también recibió las influencias generales de la contracultura de esos años, y se hizo portavoz de muchas de las preocupaciones de esa época y utilizó varias de sus formas de expresión. Por lo pronto, el primer gran tema que entró a escena fue el sexo y sus variantes; en forma conjunta se dio expresión a los “estados alterados” provenientes de los experimentos de la sociedad con drogas y se habló de esos estados y sus consecuencias. Asimismo, las religiones orientales formaron parte de las preocupaciones de los autores de esta corriente.
A diferencia de la Ciencia Ficción Dura, la Nueva Ola sirvió de vehículo de expresión a ideas feministas, a una mayor caracterización en profundidad de las mujeres, e inclusive permitió el debut de escritoras en una cantidad mucho mayor a la que se había dado anteriormente.
El pesimismo de la Nueva Ola fue otro rasgo en contra de la Ciencia Ficción Dura. Ya no se creía ni se sentía que la ciencia fuera una panacea que acabaría con todos los males de la humanidad; todo lo contrario, la ciencia misma y sus aplicaciones podían criticarse, al grado de llegar en ocasiones a considerarse como el verdadero enemigo en sus manifestaciones burocráticas y gubernamentales. La ciencia no necesariamente era la vía más adecuada para el futuro, y se presentó la opción de sociedades pastorales que mostraban el deseo de regresar a una mítica Edad de Oro de la humanidad que se encontraba en un pasado olvidado.
La relación de espacio y tiempo también sufrió modificaciones con esta corriente. Mientras la Ciencia Ficción Dura se ocupaba de viajes espaciales e imperios galácticos que duraban miles o millones de años y que abarcaban galaxias o todo el universo, la Nueva Ola recortó ambos. Sus preocupaciones iban unos cuantos años adelante y mucha de la acción se centró directamente en el planeta Tierra. De hecho, lo que se ocultaba era una mayor preocupación por los problemas sociales de la actualidad, y un deseo de realizar una crítica más abierta a los mismos.
Otro paralelismo entre la Ciencia Ficción Dura y la Nueva Ola es que ambas tuvieron su revista y su editor de cabecera. En la Dura fueron la revista Astounding y su editor John W. Campbell. En la Nueva Ola, la cuna fue la revista inglesa New Worlds (Nuevos Mundos) y el editor que acunó a los autores de esta corriente fue Michael Moorcock. Dos de los primeros autores británicos cuyas obras fueron publicadas por esta revista fueron J. G. Ballard y Brian Aldiss.
La lista de autores de la revista pronto incluyó una mezcla de autores ingleses y norteamericanos que buscaban un mismo objetivo a través de estilos muy diferentes, entre los cuales se encontraban escritores como Harlan Ellison, Pamela Zoline, Roger Zelazny, Samuel R. Delany y Norman Spinrad. Pero New Worlds, siempre con problemas financieros, desapareció al secarse las contribuciones de las instituciones donantes de sus fondos.
Como casi siempre ocurre, las fuerzas del mercado se encargaron de tomar a estos autores y convertir la revolución en reforma del género. El éxito de las antologías y de las primeras obras publicadas de la corriente determinaron que las casas editoras ampliaran los estándares temáticos; de esta forma, la Nueva Ola fue mezclándose con la corriente general de la Ciencia Ficción; sus autores fueron aceptados y se permitió un estilo de escritura más sofisticado.
Sin embargo, la influencia de esta corriente si modificó al género de la Ciencia Ficción porque fue liberadora y real. A pesar de sus excesos, que los tuvo y muy fuertes, aportó una visión más compleja de nuestro mundo, habló libremente de temas hasta entonces intocables e impulsó la madurez del género. Todo lo anterior parte ya del terreno común del género de la Ciencia Ficción, del acervo general del cual parten los nuevos escritores y su influencia se nota también en los escritores consagrados y reconocidos.
A continuación, se presenta una pequeña lista de autores y obras que se consideran parte de la Nueva Ola. Pero se debe insistir en que algunos de estos escritores siguen desarrollando el género con elementos que provienen también de la Ciencia Ficción Dura y del Cyberpunk.
AUTORES: Brian Aldiss / J. G Ballard / Samuel R. Delany / Harlan Ellison / Michael Moorcock / Philip José Farmer / Norman Spinrad / Roger Zelazny
OBRAS: El Programa Final - Michael Moorcock - Ediciones Minotauro / Bilenio - J. G. Ballard - Ediciones Minotauro / La Intersección de Einstein - Samuel R. Delany - Ediciones Minotauro / Los Obscuros Años Luz - Brian Aldiss - Ediciones Martínez Roca / Visiones Peligrosas (tres tomos) - Harlan Ellison - Ediciones Martínez Roca / Serie de El Mundo Rio (seis tomos) - Philip José Farmer - Ultramar Editores, S.A. / El Señor de la Luz - Lord of Light, de Roger Zelazny - Ediciones Minotauro.
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Estas Notas se publicaron originalmente en la sección de Arte y Cultura de To2.com. No formaron parte del corpus de Cine Visiones. Vuelven a ver la luz online aquí, en Film Paradigma.