¡Seductor de niñitas, corruptor de menores! ¡Asesinaron a su mujer y su hijo nonato por andar divulgando los misterios de Satanás y el Anticristo! ¡Prófugo de la justicia, exiliado, judío, fracasado! ¡Huérfano, pervertido, viudo rabo verde!
Estas estupideces rodearon durante años a un hombre chaparrito con cara de niño sufrido, que nunca habla con la prensa amarillista que lo ha bañado con estas palabras. Es lo único que recuerdan de él los snobs que convierten al cine en algo tan trivial como la trivia que manejan. La verdad es que Roman Polanski aún lucha para que sus tragedias personales no asfixien la fama y excelencia de su obra cinematográfica.
La vida de este director de cine parece escrita por un guionista sádico. Nació en París, de padres polacos, el 18 de agosto de 1933: tres años después la familia regresó a Polonia y se estableció en Cracovia. Durante la guerra, cuando tenía ocho años de edad, sus padres fueron llevados a un campo de concentración nazi y fue abandonado. Su madre murió en el campo de concentración; su padre sobrevivió y después se volvió a casar.
A los 14 años comenzó a actuar en películas. Entre estas estaba el primer largometraje del polaco Andrzej Wajda, Una generación, y del mismo director en Lotna, Hechiceros Inocentes y Samson. Acudió a la Escuela de Arte de Cracovia donde estudió pintura, escultura y diseño gráfico, y después de graduarse pasó cinco años en la Escuela Estatal de Cine en la ciudad de Lodz. En 1958 filmó Dos Hombres y un Armario (Dwaj Ludzie Z Szafa), su ejercicio de último año. En 1962 hizo su primer largometraje polaco, Cuchillo en el Agua (Noz W Wodzie).
La atmósfera cultural comunista no le fue propicia y Polanski se exilió junto con otros cineastas polacos, como Skolimovski. Dejó sus raíces y se metió de lleno en el cine internacional. Así dio cuerpo a dos de sus obras maestras: Repulsión (con Catherine Deneuve) y El bebé de Rosemary.
Se encontró rodeado de fama y dinero. Formó parte del jet set y su vida privada adquirió más importancia que sus películas. Pero en 1968 ocurrió una nueva tragedia en su vida: su esposa Sharon Tate, embarazada de ocho meses, fue asesinada en la masacre ejecutada por Charles Manson y sus seguidoras. Años después fue acusado de corrupción de menores por tener relaciones con una chica de 16 años. No puede entrar en los Estados Unidos porque hay orden judicial en su contra por este hecho.
No falta la interpretación new ager que afirma que Polanski está más salado que un chamoy de secundaria a la hora del recreo. Sufrió estas tragedias, se dice, porque hizo públicas las claves del advenimiento del Anticristo y mostró la mecánica de los círculos diabólicos (aunque Ira Levin, autor de la novela El Bebe de Rosemary, no haya azotado como res en el piso durante la caída de las Torres Gemelas como merecido castigo semejante).
Durante años Polanski se ha negado a dar entrevistas sobre estos temas personales, adicción de prensa amarillista y trivia trivializadora, porque en pantalla emprendió el largo regreso a casa, a la estabilidad emocional y a una vida normal consagrada al arte cinematográfico.
Primero ajustó cuentas en Macbeth, en las escenas donde muere la familia de McDuff: allí plasmó su horror ante la muerte de Sharon y dejó atrás esas imágenes. En Luna amarga (Bitter Moon) se desprendió de la tragedia de las relaciones interpersonales. Después de sublimar en el cine algunas de sus peores vivencias, Polanski reconstruyó su vida y su oficio. Se casó con la actriz francesa Emmanuelle Seigner y se dedicó a filmar lo que él quería.
En su largo regreso a casa Polanski volvió a sus raíces culturales polacas, a la pérdida de familia y a su niñez de judío perseguido: los últimos traumas por exorcizar y los más profundos. Es cuando realiza El Pianista. Allí deja atrás su condición de cineasta expatriado, se une a los directores que no salieron de su país y comentaron la historia de Polonia desde adentro, encabezados por su mentor Andrzej Wajda.
En El Pianista, Polanski entra en lo más profundo de la historia polaca: la Segunda Guerra Mundial. Narra el ambiente de preguerra, la invasión alemana en 1939, el empeoramiento de las condiciones de vida de los judíos, el surgimiento del Ghetto de Varsovia, la corrupción, la sobrevivencia diaria, la lucha por la comida. Luego sigue con las deportaciones a los campos de concentración, el desmembramiento de las familias, el alzamiento fallido del Ghetto y el aplastamiento de la rebelión polaca de Varsovia. Todo visto desde los ojos de un artista que lo pierde todo menos su arte y sobrevive.
Un punto destaca en El Pianista a diferencia de otras películas del Holocausto: el alzamiento del Ghetto sacude a los nazis. Los judíos responden al exterminio y se defienden; no van como corderos al matadero, mueren con dignidad, peleando...
Así el director hermana su obra con cintas polacas y europeas como Paisaje después de la batalla, Kanal, Miércoles de ceniza, Crónica de amores desesperados, Europa Europa, El tambor de hojalata, El jardín de los Finzi Contini, Portero de noche y muchas otras más.
Con El Pianista, el cineasta recibe dos premios muy importantes que implican el reconocimiento de europeos y estadounidenses: la Palma de Oro del Festival de Cannes 2002 a la Mejor Película y el Oscar a la Mejor Película.
El mayor logro de Roman Polanski es dejar atrás, gracias al cine, su propia leyenda trágica. Pelea a brazo partido por invertir la polaridad de su vida en un "largo regreso a casa" existencial y artístico. Consigue al fin que se le recuerde por ser un genio del cine y no por los adjetivos triviales de la prensa amarillista. El patito feo se ha transformado en un extraordinario cisne.
HISTORIA
Polonia / Wajda - la Escuela Polaca de Cine y la Segunda Guerra Mundial / Postguerra - por Ewa Mazierska.
CINE
Alicja Bachleda - Curus. De Polonia al mundo - 5 VIDEOS.
Generación Joven de Polonia - por David Robinson (1979).
Polanski: el largo regreso a casa.
Polonia / Wajda Redux - por Peter Cowie (1979).
Szenach, Andrzej. Diseñador de vestuario militar, consultor.
KATYN, de ANDRZEJ WAJDA
Andrzej Wajda habla de KATYN y la relación de Polonia con Rusia - Entrevista.
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Polémica sobre el film Katyn entre Jean Luc Douin y Adam Michnik_ 02 - Respuesta de Adam Michnik a la crítica fílmica de Douin.
PELÍCULAS
LA BODA / WESELE / THE WEDDING, de Wojciech Smarzowski.
EL JARDÍN DE LUISA, de Maciej Wojtyszko.
EL PIANISTA / THE PIANIST, de Roman Polanski.
EL RECAUDADOR / KOMORNIK / THE COLLECTOR, de Feliks Falk.
TRES COLORES: AZUL, de Krzysztof Kieslowski - con éxito y de culto a muchos años de su estreno.
LITERATURA
ANDRZEJEWSKI, JERZY (1909 – 1983).
LEM, STANISLAW (1921 - 2006) - por Filiberto López.
WITKIEWICZ, STANISLAW IGNACY - por María Sten.
MUSICA
KORZENIOWSKI, ABEL. Compositor - por David Guzmán.
PREISNER, ZBIGNIEW. Compositor - por David Guzmán.
