20 noviembre 2017

Soar, de Alyce Tzue

A Angélica Ponce con gratitud. Cuando se enteró que llevaba ya un año completo sin escribir algo nuevo sobre Cine, me animó a retomar el teclado, a analizar, a aportar… y soñar de nuevo.

A mis compañer@s de SIPINNA que, a pesar del escaso y por lo tanto valioso tiempo personal que tienen, dedican unos minutos a leer lo que aquí escribo por amor al Cine. ¡Muchísimas gracias a tod@s!


SOAR: remontarse, subir muy alto, elevarse mucho sobre el suelo.



Este corto, de 6:14 minutos puede verse en https://youtu.be/UUlaseGrkLc o aquí.



Se recomienda verlo primero antes de leer el texto a continuación porque es un SPOILER completo.

En sólo 6:14 minutos (5 de acción), la joven guionista y directora Alyce Tzue entrega una joya de animación donde se funden una sencilla pero hermosa historia con una excelente realización animada.

En la mejor tradición de Pixar, plantea situaciones universales que tocan a niñas, niños, adolescentes y adultos porque en alguna etapa de nuestra vida nos hemos encontrado con problemas semejantes. Y en la misma tradición apunta a remover, a despertar nuestros sentimientos humanos más nobles que no por “conocidos” dejan de ser importantes.

Como acaban de ver (y si no, es el momento de que vean el corto), la historia compacta muchas situaciones en breve tiempo. Se narran sin diálogos, sin apoyarse en la palabra; la trama confía su exposición y desarrollo solo en la imagen, los rostros, los gestos y la presencia perfecta de la música como componentes relevantes. Esta combinación de elementos más su técnica de realización entregan un corto “sencillo” pero hermoso. Sencillo, simple a la vista pero complejo (como una pintura de Vermeer, que a su vez esconde un trabajo muy elaborado en tiempo/forma y paciencia).

La cinta abre con la chica adolescente (Mara, así la llaman en IMDB), la ilusión en su rostro de hacer volar su avión y su frustración por el fracaso. Los papeles azules arrugados muestran que no es su primer intento de diseño y está deprimida por el nuevo fracaso. En medio, la ráfaga de viento aparece por primera vez para llevarse su último plano (blueprint).


La caída de la bolsa azul la sorprende y la extraña navecita que se estrella contra el árbol aún más (que al chocar tira los otros planos arrugados de la mesa… hasta el último detalle narrativo está cuidado). De ella baja el pequeño piloto (Lucas, así lo llaman en IMDB). La toma lateral de frente establece al mismo tiempo, en el encuadre, la escala y la acción (el trabajo en el storyboard es bueno, aunque hubo mejoras, como veremos después).


La cara de ambos es sorpresa y asombro. Pero, como es lógico, el más pequeño se siente amenazado y se defiende con el lápiz. La siguiente acción es un guiño Millenial. Ante lo extraño, ella lo primero que hace es sacar una foto con su iPhone (el detalle de cambiar la manzana del logo Apple por una ¡pera!). Aquí sonreí por la broma.


Una de las objeciones que leí sobre SOAR es cómo, ante lo desconocido, era inverosímil que lo primero que hiciera la adolescente fuera sacar su iPhone y sacarle una foto al piloto. Me sonreí por dentro: esta reacción no es una exclusiva Millenial. Conozco al menos dos personas de 38 años que desenfundan su smartphone para ilustrar la crónica de su vida cotidiana: ¡el Samsung más rápido del Oeste!

El chico piloto (otro adolescente), intenta recuperar la bolsa pero al bajar su avión daña la hélice: su prisa por solucionar lo inmediato desplaza lo urgente, lo urgente desplaza lo planeado… le impide planear cómo enderezar su avión sin dañarlo.

Ahora el chico está en un grave problema. Voltea al cielo (y ella también) para ver una gran flotilla de naves aéreas fantásticas que se desplaza hacia el sol en el atardecer. Cada nave tiene un diseño propio extraordinario con combinaciones atractivas: barcos vikingos, zepellines, veleros con rotores, velas, hélices en combinaciones extrañas … y todas se alejan irremisiblemente.


Él de nuevo está solo frente a la “giganta” e intenta defenderse. Y aquí viene el primer cambio en la historia. Es ELLA -sí, es una mujer- quien da el primer giro narrativo ante el problema ya planteado. Lo primero que piensa es en ayudarlo y encontrar una solución al problema del chico. El primer sentimiento humano “sencillo” es Ayudar al Otro, al Desconocido que afronta un problema y una posible Pérdida Grave…

y su mente de Ingeniera en ciernes (de seguro acabará como excelente Ingeniera en el campo del diseño de aviones) busca una solución. Le quita el lápiz al piloto (no lo agrede, no lo hiere, no lo aplasta, no lo mata, no vuelca su propia frustración contra el Desconocido; lo No Dicho en el Discurso también significa estructuralmente) e implementa una solución para la hélice.


El chico piloto aparece ya está montado en su nave y con la mano derecha hace por primera vez su señal de “Adelante”. Es el primer giro narrativo significativo por medio de elipsis: él acepta la ayuda de ella, de la Extraña; no son enemigos, trabajan en equipo por el mismo objetivo: que él vuele y se reintegre a su comunidad.

Sin embargo, este primer intento conjunto falla y la hélice se desprende. La reacción gestual de ambos es evidente. La hélice cae junto al ala del avión de ella que se estrelló.


Pero dentro del contexto real de su experiencia, ella no se frustra. Tiene una nueva intuición para enfrentar el Reto, una nueva idea que muestra con un gesto pícaro.


De nuevo la elipsis. Él montado en el avión de ella preparado para volar. Repite su señal de “Adelante” pero en el vuelo cae de nuevo. Ve que la flotilla se aleja y la voltea a ver en busca de una nueva solución. A ella ya no se le ocurre nada y con el gesto se lo muestra; él entiende y abraza sus piernas. Ella se deja caer en una piedra. Las reacciones son de tristeza. De nuevo, lo No Dicho en el Discurso. Como guionista, Alyce Tzue presenta la frustración, el desaliento, pero NUNCA pone en su película a la Ira.

Tampoco la guionista revienta la reciente amistad entre ambos porque una de las partes “falle” en sus intentos por alcanzar el mutuo objetivo. Amigos porque han intercambiado vulnerabilidades personales (la frustración de ella, el miedo de él por quedar varado), amigos porque han confiado uno en la otra y viceversa. Aún en el fracaso, se reconocen mutuamente, no explotan entre sí ni deshacen su vínculo.

Por segunda vez aparece el viento y el plano se estrella contra los pies de Ella, por tercera vez sopla y lo empuja contra su cara. Ella, de nuevo, tiene una idea. Mara… porque para Alyce Tzue y su equipo tiene nombre…

…y Mara de nuevo diseña una solución: un planeador.


Ningún detalle de la realización se descuida. Alyce Tzue se tomó el tiempo para que veamos un momento en la imagen el nuevo plano bien diseñado del planeador, luego el viejo plano como el ala para planear, y ya atado a la nave del chico adolescente. Ella es la fuerza motriz que levanta el planeador… y funciona…

…y en el momento alegre de lograr el objetivo común voltean a verse con un toque agridulce: quizás no volverán a estar juntos otra vez.

Él remonta el cielo ya al anochecer. Abre el maletín y saca una Estrella que coloca en el aire. Cumple su misión personal y, justo en ese momento el cielo se ilumina de estrellas. La Estrella de Lucas… porque para Alyce Tzue y su equipo tiene nombre… es la Primera en encenderse en el firmamento.


Y las estrellas miran hacia abajo. Mara ve como de golpe se ilumina el cielo y se maravilla. Lucas, leal y agradecido con Mara, le da las gracias con el mejor mensaje/regalo que puede hacerle a su amiga a la distancia. Usa su señal de “Adelante” (sabe que Mara entenderá) y le manda su agradecimiento.


Abajo, Mara ve parpadear a la estrella y es feliz. La estrella de Lucas que ayudó a encender hoy le manda su luz parpadeante sólo a ella… en medio del cielo refulgente.


Ya en los créditos, se ve la animación del storyboard original que guió la realización de SOAR. Es importante verla porque indica varias cosas, como platicaré más adelante.


Como se ve, SOAR tiene mucha tela de donde cortar. Una de las objeciones que leí en el camino es que, como se trata de un trabajo de tesis de Alyce Tzue para recibirse, algunas personas consideran que la historia también es “estudiantil” o insuficiente, que apela a los sentimientos de una manera visible y que, por momento, mueva quizás a las lágrimas.

Como hemos visto, contiene emociones e ideas humanas que no por “básicas” son superficiales. De hecho, son universales porque tod@s las compartimos, por vivirlas en algún momento de nuestras vidas. En el curso de la narración, SOAR presenta:

1. La solidaridad. La ayuda desinteresada por el Otro, por el simple hecho de estar en problemas.

2. Nunca rendirse ante el problema. Intentar por nuevas vías -creativas, intuitivas, que se resuelven en planeadas- la solución. Mara encuentra finalmente la “inesperada” solución (un punto a favor del viento que colabora e insiste).

3. El objetivo común. La meta de Mara y Lucas es compartida, y cada uno hace lo que sabe hacer.

4. El surgimiento de la amistad al compartir vulnerabilidades. Incluso la frustración no deviene en ruptura.

5. La frustración, el desánimo, incluso el miedo, nunca se expresan o desembocan en Ira, no se culpa del fracaso a la otra persona.

6. El objetivo común alcanzado se debe al mutuo esfuerzo. Cada quién aporta lo que sabe hacer. Mara diseña, Lucas pilotea. Mutuo respeto al conocimiento de la otra persona.

7. El trabajo en equipo para obtener el objetivo y el reconocimiento del liderazgo inteligente. Lucas reconoce los intentos de Mara, incluso voltea a verla pidiendo una solución. Mara es sincera, en ese momento no la ve, no la tiene. Lo que lleva a un rasgo importante que permea todo el contenido de SOAR

8. La Igualdad, Equidad de la Mujer. Indiscutiblemente, quién lleva la batuta de las acciones es una mujer, una chica adolescente. Es ella quien encabeza las iniciativas éticas, intelectuales. Lucas reconoce su papel de lideresa; no hay queja sino reconocimiento del mérito.

9. ¿Tiene que venir una joven directora y guionista a recordarnos lo que vivimos diariamente pero muchos hombres adultos no queremos reconocer encerrados en nuestro machismo debilitante? Por eso, SOAR es un corto que deben ver niñas, niños, chicas y chicos adolescentes. Verlo y vivirlo.

10. La amistad leal y agradecida. Al cumplir su misión personal, Lucas comparte el éxito con su amiga Mara, de la mejor manera posible a pesar de la separación de ambos por la distancia: la Luz de su estrella, la que se prende primero. Y de paso, un cielo refulgente.

Como se puede entender es un guión sencillo pero no estúpido. Es complejo en su contenido e incluso en su estructuración. Crece gradualmente hasta apoderarse de las emociones de su público. Si alguien se emociona y llora, bienvenid@. Se agradece a Alyce Tzue su mensaje.

Personalmente, encuentro a SOAR refrescante por apelar a ideas y emociones que hemos dejado de valorar, ocultamos o invisibilizamos. La Oleada de la Cultura de la Muerte que nos cubre se manifiesta de muchas maneras en violencia, desesperación sin esperanza, frustración con ira, venganza, uso injusto de la fuerza que rematan en la aniquilación del Otro, de lo Ajeno, incluso de Uno Mismo como una fuente temporal de justificación de la propia existencia.

Frente a lo anterior, SOAR no se detiene en subtramas negativas per se; prefiere que su propuesta y remate sea un mensaje unificado donde la fantasía es herramienta para soñar, actuar y transformar la realidad que nos rodea. Todo el conjunto No es un mensaje menor; todo lo contrario, apela a lo mejor que tenemos tod@s nosotr@s en nuestro interior. Y lo resuelve de hermosa manera. Lo sencillo puede ser bello.

De ahí que se valore en los créditos la animación del storyboard. Se ve que la historia no sufrió muchas modificaciones en la realidad, mientras que el físico de los personajes si tuvo ciertas transformaciones para darle más carácter. Lo vemos en Mara, a la que dotan con gorro y otras características mientras la escena del smartphone se mejora, entre otras. Es evidente que el trabajo en 3D es impecable, que se cuidó la animación hasta el último detalle con los recursos que contaba Alyce Tzue. Por eso, ver la animación en créditos nos da idea del trabajo invertido, del tiempo que requirió esta pequeña joya de animación. No es en balde los reconocimientos (abajo) en premios que obtuvo, en especial el referente al Óscar, o las más de 2 millones 800 mil vistas que tiene en YouTube.

Alyce Tzue.

En Alyce Tzue hay una excelente guionista y directora. Pero como toda joven realizadora tiene que picar piedra en Hollywood, escalar la pirámide. Por el momento, es lo que se percibe en el sitio en Internet del cortometraje y de ella como realizadora que expone sus servicios profesionales a la industria:

http://www.soarfilm.com/

https://www.alycetzue.com/

Por SOAR, le deseo a Alyce Tzue y a su equipo la mejor de las suertes en su profesión.


Alyce Tzue.

Creo que hacen falta realizadoras que aporten su voz al concierto del Cine como Arte, que usen el vehículo comercial para entregar un producto de alta calidad que cumpla con el objetivo de su mensaje y el de aportar ingresos del público por su visionado. Muestra que ambos fines no están peleados si la historia y la dirección son de calidad y no se traicionan por motivos puramente mercantiles.

Pero que también aporten la “visión femenina” en el cine, sea de animación o imagen real, documental o de ficción, corto o largometraje, como medida de igualación. En algún momento futuro, esta visión desaparecerá cuando la equidad en la industria cinematográfica y en la sociedad se establezca en la realidad. Entonces todo dependerá sólo del mérito de cada producción con independencia del género de quien dirige.

En ambos casos, SOAR siempre permanecerá como una hermosa historia de una niña que sueña, de una adolescente que diseña… y de una realizadora que filma y deja lo mejor de sí misma en sus películas. Un cielo refulgente es la prueba.

Premios.
Soar is the proud 2015 Gold Winner of the 42nd Student Oscars, Best Student Animation Winner at Palm Springs, Finalist at the Student BAFTAs.