Para Angélica Ponce. You deserve it.
My God. It's full of stars...
HAL: I understand now, Dr. Chandra... Thank you for telling me the truth.
CHANDRA: You deserve it.
2010: el año que hacemos contacto, del director Peter Hyams, es la continuación fílmica del universo narrativo creado por el escritor inglés de ciencia ficción Sir Arthur C. Clarke, fallecido en marzo de 2008. Este ciclo abarca las novelas 2001: odisea del espacio, 2010: odisea dos; 2061: odisea tres y 3001: la odisea final. Por lo mismo es la continuación narrativa de 2001: Odisea del Espacio, del director Stanley Kubrick.
My God. It's full of stars...
No hay remedio, el primer reflejo de un espectador común es comparar las "apariencias" de 2010 con su antecesora 2001, tendencia obvia en el espectador normal. Pero es un acto imperdonable de soberbia o de estupidez (o de ambas, que no están peleadas en el mismo filmópata) cuando los críticos de cine o cinéfilos especializados NO profundizan en dicha comparación, para dar un juicio real y equilibrado de 2010.
Desde su estreno, ciertos críticos (al menos de los que reciben paga por opinar -sin fundamentos- en medios digitales o impresos) no aceptaron bien a 2010: el año que hacemos contacto. Un ejemplo clásico es el de los “críticos” mexicanos Emilio García Riera y Leonardo García Tsao. El primero, educado sólo en los Cahiers du Cinema y sólo en la Teoría del Autor de los 50s (el director es autor a secas), es hoy más reconocido por su “Historia Documental del Cine Mexicano”, pero ha sido superado en su visión “crítica” por otras escuelas críticas en español.
Hasta hoy, la crítica mexicana de cine en gran parte de sus miembros ha rechazado las escuelas que nacen en Europa impulsadas por las herramientas de análisis del estructuralismo, el formalismo y las teorías actuales que se manejan en Europa (que gozan de buena salud en España, Italia, Francia e Inglaterra entre otras naciones; Seymour Chatman, Francesco Casetti entre vari@s autor@s).
Hoy, donde mucha opinión “crítica” en México se justifica en el relativismo de “filias y fobias”, los más avanzados se amparan en las corrientes estadounidenses. Frente a los “opinionólogos” en los medios hay valiosas excepciones en el análisis cinematográfico. Un ejemplo notable: Fernanda Solórzano (Letras Libres), pero son contados.
No es de extrañar también que en México la crítica “ideológica” o militante también brote como hongo venenoso en el bosque, amparada en la “sesión de 10 minutos de odio” orwelliana, tan de moda hoy en redes sociales. Pero la mayoría sigue los pasos de García Riera y García Tsao: imprecisión, desconocimiento de aristas y matices actuales junto con herramientas de análisis caducas o improductivas: si todo es relativo estéticamente, entonces hagamos las filias más filias y las fobias más fobias.
Esta crisis viene de tiempo atrás, y este botón es muestra al volver a 2010: el año que hacemos contacto. En 1986, García Riera y García Tsao encabezaban el programa televisivo de “crítica” cinematográfica “Jueves de Estreno”, que se transmitía en Imevisión Canal 7 (hoy TV Azteca). Coincidí en el estudio de TV durante la grabación del programa donde ambos destrozaron 2010.
El pecado mayor que le adjudicaban ambos fue que 2010 continuaba el universo narrativo de 2001 y se atrevía “a equipararse con la obra maestra de Kubrick” (2001: odisea del espacio, que tampoco entendían, pero repetían frases estadounidenses leídas en revistas especializadas como Film Comment). Se burlaron porque 2010 aclaraba ante el público ciertas cuestiones planteadas en 2001 por medio de los diálogos.
La diferencia está en que 2001 tiene toda la información para ser entendida por su público, pero se expone visual y abstractamente, por medio de una edición estructural y no clásica; en cambio, 2010 construye su guión de una manera más clásica y se apoya en columnas más conocidas como diálogos y actuaciones del elenco (1).
Otro punto que García Riera y García Tsao (que aún “ejerce”) hicieron a un lado fue que la escritura de 2001: odisea del espacio fue un caso único. La relación Kubrick-Clarke desembocó en que película, guión y novela se retroalimentaban entre sí con grandes vasos comunicantes: la película afectaba la novela y al guión, decisiones en el guión cambiaban la película y la novela y, claro, la novela influía guión y film. El universo de 2001 se creó en circunstancias artísticas especiales. Tan fue así que la creación de 2001: odisea en el espacio tiene Dos Padres: Stanley Kubrick Y Arthur C. Clarke (2).
Los “críticos” jamás tocaron estos puntos, ni la generación especial de las obras ni la paternidad de dos autores. Simplemente descalificaron a 2010 por comercial, por atreverse a seguir la historia de 2001, por no “ser como Kubrick” pero también por “pretender” enlazarse de algún modo con él. Al final vino el sarcasmo más absurdo. García Riera se burló de que en todo 2010 Bowman anuncie que ocurrirá “algo maravilloso” y “al final no pasa nada”, dijo. Su alumno Tsao coincidió: “no pasa nada” por lo que 2010 además era fraudulenta ante el público por no cumplir la promesa.
Jamás argumentaron sus juicios de valor: bastaba, para ellos, ser Sumos Sacerdotes de la Crítica Cinematográfica para destrozar una película que no encajaba en sus estrechos marcos de referencia.
Lo que sabe cualquier público informado, lector/a de ciencia ficción, cinéfil@ que sigue este género (Trekkie, X-Men/Women, StarWarrior, Interestelar, etc) es que, al final, surge otra Estrella en el Sistema Solar, por lo que se convierte de golpe en un Sistema Binario. Independientemente de la historia en cómo surge esa Segunda Estrella en la novela de Clarke y el film de Hyams, el solo hecho de tener Dos Estrellas en el firmamento transformaría significativamente la Vida en el planeta Tierra que habitamos.
Pocos momentos de noche total, alteración o desaparición de flora y fauna nocturnas, alteración del ciclo circadiano del sueño, modificación de los mares y otras múltiples consecuencias ecológicas y humanas. Si esto ocurriera sería, realmente, “algo maravilloso”: un giro positivo e inesperado en la evolución de la Tierra y más vida en el Sistema Solar (como lo fue en negativo el Meteorito de Chicxulub, Yucatán).
La ignorancia (en un caso), la malicia ciega (en el otro), la incomprensión (en ambos) les llevó a descalificar una obra que es digna continuadora de un universo narrativo en cine y literatura. Por desgracia, varias generaciones de cinéfilos han crecido distorsionadas desde la raíz en los “cursos de apreciación cinematográfica” de Leonardo García Tsao. Desgracia porque “árbol que crece torcido, jamás su rama endereza”. ¿O sólo tenemos lo que nos merecemos?
Peter Hyams estaba consciente desde el inicio de la preproducción que la comparación se establecería, y realizó consultas vía email con el mismo Clarke sobre la elaboración del guión de la cinta. Clarke enriqueció el proceso y terminó por calmar la ansiedad de Hyams (ver The Odyssey File). 2010 tendría que sostenerse en sí misma, con sus propios logros, frente a su hermana mayor. Lo logró con creces y por encima de expectativas o estúpidos rechazos gratuitos.
2001: A Space Odyssey, de Stanley Kubrick, es el parteaguas estético y fílmico del género cinematográfico de Ciencia Ficción. Hay un antes y un después de 2001 en la historia del cine. El genio y el talento de Kubrick, plasmado en esta cinta, es indiscutible. Ambas ideas no están sujetas a discusión.
Pero...
Resulta que Kubrick no es el único padre de 2001. Hay otro: Sir Arthur C. Clarke.
En ese sentido, el film de Hyams es una excelente continuación de 2001 y de la obra de Clarke. Tiene valores, ideas argumentales y momentos de realización propios que hacen que el film sea válido y disfrutable por sí mismo. Al igual que 2001, también está lleno de estrellas, sólo que son distintas a las de su hermana mayor.
Como ya mencioné, la cinta de Kubrick destaca entre otras cosas por su abstraccionismo, por apoyar la narración de la trama más en las imágenes que en las palabras, por llegar a alturas míticas de primera magnitud. 2010 es más clásica, ya que se filmó con formas cinematográficas más cercanas al tipo de narración que conocemos. Pero dentro de dichas formas, SI hay continuidades válidas y coherentes entre 2001 y 2010. Personajes, situaciones y acciones planteadas en 2001 llegan a un nuevo clímax argumental en 2010. La filosofía de Clarke está planteada en ambas cintas: la evolución de seres físicos con base en el carbón a entidades de energía "espirituales", las maravillas mágicas del monolito.
Aún en el manejo de las imágenes a nivel de plano - toma y algunas ediciones - hay continuidad: por ejemplo, en el manejo visual de la nave Discovery. También aparecen en continuidad David Bowman (el actor Keir Dullea), HAL 9000 y su misma voz (Douglas Rain), vestuarios, escenografías y otros elementos. Claro, hay que contar con la presencia del monolito en ambas cintas, y el uso como puente emocional - simbólico de Así hablaba Zaratustra, de Richard Strauss, en la banda sonora. Pero lo importante es como Hyams conjunta los elementos provenientes del mundo visual de 2001 y los reelabora con éxito para dar vida propia a 2010.
Durante años, 2010: el año que hacemos contacto, fue la única sucesora narrativa y estilística en Ciencia Ficción -Cine y Literatura- de 2001: odisea del espacio, película y novela. La influencia de 2001 por fin se plasmó en otras películas, donde los directores perdieron el miedo a la herencia de Kubrick y que solo Hyams había afrontado como reto en su excelente 2010. Sunshine (Danny Boyle, 2007) y, sobre todo Interstellar / Interestelar (Christopher Nolan, 2014) aceptaron también el reto, reprocesaron la influencia de 2001 y, al aceptarla, surgieron como obras independientes que se sostienen por sí mismas en narración y estética cinematográfica.
El caso de Interestelar es especial. En el film, Nolan hace referencias visuales y narrativas (imágenes abstractas, edición en ciertas secuencias) al film de Kubrick, pero va más allá. Acepta la paternidad de Clarke como coautor de 2001 en igualdad de importancia y lo homenajea. Lanza la hipótesis de quién está detrás del monolito negro (“somos nosotros”) e incluso homenajea a Clarke al tomar elementos de su Saga de Rama: el final ocurre en un paisaje humanizado semejante a El Jardín de Rama (1991) y Rama Revelado (1994).
Ahora son al menos tres las películas que abrevan sin vergüenza ni miedo en 2001 como la mejor película de Ciencia Ficción. La cuestión nunca ha sido negar su importancia sino permitir que otras cintas compartan el Olimpo donde reina. Podemos decir que sí, que el Monolito está lleno de estrellas (ya hay tres más).
Will I dream?
Ahora, los detalles del sueño.
A los elementos provenientes de 2001, Hyams añadió visualmente el conocimiento de Júpiter y sus lunas proveniente de las exploraciones de los vehículos Voyager I y II, con los que no se contaba cuando se filmó 2001 entre 1964 y 1968. Este es un elemento extra para que se considere a 2010 por sus propios méritos. Ejemplos: visualizaciones de Júpiter y sus lunas Europa e Io; la impresionante maniobra de desaceleración de la nave Leonov frenada en las capas altas de la atmósfera de Júpiter.
En ese sentido, la continuidad entre 2001 y 2010 se da en otro campo: los efectos especiales son realistas, en cuando buscan recrear las condiciones reales de la presencia humana en el espacio ingrávido; también porque están sujetos al director y al seguimiento argumental. No tienen valor faramallero comercial por sí mismos. La senda abierta por Kubrick la recorren nuevos autores y Hyams fue el primero.
Pero lo interesante es que las ideas y filosofía de Clarke están en ambas cintas, de manera diferente, pero igualmente logradas en pantalla. Esto permite que Hyams expanda las ideas de Clarke con ideas propias:
- La cooperación científica y entre astronautas, con independencia de las ideas políticas, para llegar al trabajo en equipo para la sobrevivencia del ser humano.
- La posibilidad de vida extraterrestre, con bases reales en Europa, y bases imaginativas a través de la presencia del monolito.
- Los seres humanos tienen bases en común por encima de ideologías. Hyams da vida a una de las escenas más humanas de la novela: la cosmonauta soviética Zenia/Irina se refugia con Heywood Floyd, para pasar por el aterrador trance de la desaceleración del Leonov. El compartir esa experiencia crea un lazo especial humano entre ambos personajes, aunque no hablen el mismo idioma. Están también las amistades entre Max Brailowsky y Walter Curnow, la estimación entre Heywood Floyd y la comandante Tanya Orlova. Son planteamientos de relaciones humanas de Clarke que Hyams desarrolla.
- Por el punto anterior, Hyams logra secuencias y escenas climáticas importantes.
* El descubrimiento de vida en la luna Europa.
* El frenado del Leonov al tocar la parte externa de la atmósfera de Júpiter con la escena paralela de Irina Yakunina y Heywood Floyd.
* El diálogo Bowman – Floyd donde el astronauta va cambiando de edades.
* La escena donde Tanya Orlova y Heywood Floyd discuten la partida y él le explica que separados no pueden hacerlo pero juntos sí.
* El diálogo HAL 9000 – Chandra, del que hablo más adelante.
* La transformación de Júpiter.
- Hyams respeta el gusto por el hardware que tiene Clarke, al igual que el mismo Kubrick (que también fue fanático del hardware). Esto viene a cuento por el énfasis en los aspectos positivos en la aplicación de la tecnología que Clarke ha promocionado.
- El misterio de la conducta de HAL 9000 se aclara en 2010, como Clarke deseó hacerlo en su novela homónima. La reconexión de HAL en 2010 puede ser tan emotiva como su desconexión en 2001. En cierto modo su vuelta a la vida lo asemeja a la transformación de Bowman en un nuevo ser en 2001. Basta recordar que cuando HAL 9000 habla por primera vez (Good morning, Dr. Chandra. This is HAL), su creador lleva la mano hasta el ojo y lo palpa con cariño.
Al conjuntar todos estos elementos en una puesta en escena pulcra y respetuosa, con tintes creativos propios, Hyams consolida su propio film.
¿Soñamos despiertos y embelesados durante la proyección de 2010? La respuesta es un definitivo SI, sin remilgos críticos trasnochados. Will I dream? Si. Soñamos tanto en 2001 como en 2010. Sólo hay que entender que soñamos sueños distintos pero no diferentes. Distintos porque son sueños que varían en grado artístico, pero no son diferentes porque la esencia de la historia narrativa es la misma.
Pan Am... The sky is no longer the limit
Como hizo Kubrick en 2001, Hyams también marca la presencia comercial en el espacio. Aparecen las marcas Pan Am (aerolínea que, con tristeza, ya desapareció, junto con su gran tradición aeronáutica), hoteles y Time (de hecho, la portada de la revista es un homenaje de Hyams a Clarke y a Kubrick, ya que son sus rostros los del presidente de Estados Unidos y el premier de la Unión Soviética). Otro punto, curioso, de continuidad entre ambos films...
All Dave Bowman really was... ... is still a part of me
Más que la comparación de las diferencias entre las dos películas que en su momento hicieron críticos mexicanos, estériles por superficiales y dañinas para la formación de cinéfilos más preparados, lo importante es ver lo que las une y no lo que las separa: Clarke, un mundo narrativo y el manejo de las imágenes de acuerdo a dicha narración de base.
En ese sentido, toda la cinta de Peter Hyams está cimentada en la continuidad narrativa que el mismo Clarke establece desde 2001 y que sigue adelante en 2010, para finalmente proyectarla en su propía obra literaria en 2061 y 3001. Por lo tanto, es obvio que todo lo que fue realmente 2001... es todavía parte de 2010 en el mundo del cine y de la Ciencia Ficción.
Además, Hyams hace aportaciones importantes al mundo narrativo de la saga. Por ejemplo, el respeto a otras formas de vida, especifícamente HAL 9000. Lo resume creativamente en un extraordinario diálogo:
"Wheter we are based on carbon or silicon makes no fundamental difference. We should each be treated with appropiate respect." Dr. Chandra.
Lo cual implica una ampliación a un axioma de Clarke: bajo cualquier circunstancia de vida, el respeto debe de emanar de uno mismo y no imponerse al otro. Hay que recordar que HAL fue un asesino (mató a cuatro astronautas en 2001) y todos menos Chandra tienen dudas de su actual funcionamiento. Pero la "conducta" anterior de HAL, argumenta Chandra, no debe ser pretexto para que el respeto esencial que debe emanar siempre de un ser humano hacia otro, se haga a un lado o se convierta en agresión, disfrazada o abierta, justificada o no.
De allí que el mecanismo para controlar a HAL que Floyd y Curnow instalan en el Discovery sea fácilmente desactivado por Chandra. Floyd y Curnow creen que controlan todo el tiempo a HAL, pero la verdad es que sólo el respeto y cariño real de Chandra por HAL logra que la inteligencia artificial entienda lo que ocurre y cumpla bien su misión.
HAL: I understand now, Dr. Chandra... Thank you for telling me the truth.
CHANDRA: You deserve it.
La escena clave, donde Chandra sostiene su diálogo final con HAL para que salve a la tripulación del Leonov en un acto de autosacrificio, sólo se comprende en un plano de respeto mutuo entre los personajes de carbono y silicón.
A lo largo de toda la cinta, Chandra sostiene encuentros de igual a igual con las inteligencias artificiales, sea SAL 9000 o HAL 9000. En ningún momento HAL es la mascota de Chandra. Excelente lección de vida, ¿no? Por ello, el intercambio de la Verdad es intenso: Chandra dice la verdad no por necesidad sino porque HAL se la merece como ser inteligente.
Ese momento de la cinta de Hyams puede ser tan emotivo como cualquiera de los clímax que Kubrick presenta en 2001. Esto porque tanto en el Star Child / El Niño de las Estrellas como en HAL late una humanidad básica y, no en balde, por ello Clarke los coloca a ambos en el monolito para que se guarden mutua compañía inteligente.
Something is going to happen. Something wonderful.
El remate de 2010 es impresionante, cuando Júpiter se transforma en estrella en un acto increíble de tecnología extraterrestre y galáctica. Eso es lo que no entendieron "críticos" como Leonardo García Tsao y Emilio García Riera en su momento. Pocas cosas tan maravillosas e impresionantes podríamos ver en nuestras vidas que el nacimiento de un nuevo Sol.
Además, si la Tierra estuviera en un Sistema Binario de estrellas o llegara a estarlo, toda la vida en el planeta tendría una transformación radical. En el campo ecológico habría fuertes reajustes, y en toda la naturaleza. La cultura humana sería muy diferente a la que conocemos en sus mitos, organización social, creencias y desarrollo científico - tecnológico. Si estos críticos fueron incapaces de entender el final de 2010 es su problema, no el nuestro, porque lo que interesa en el mensaje del film es que tengamos un Nuevo Paradigma en nuestro trato con el mundo que nos rodea.
Eso se resume en las frases finales de la cinta: sólo somos inquilinos de este planeta, ya que en realidad no nos pertenece. Y, de alguna manera, hemos recibido advertencias del propietario.
Por eso, cierro este texto con este maravilloso diálogo:
HAL: I understand now, Dr. Chandra... Thank you for telling me the truth.
CHANDRA: You deserve it.
Cierto. Gracias a Clarke, a Kubrick y a Hyams por decirnos la verdad. Tod@s la merecemos.
(1). Clarke, Arthur C. & Hyams, Peter. The Odyssey File. Del Rey Book, Ballantine Books. New York, 1984. Primera edición en libro de bolsillo, enero 1985. (El libro ya se considera objeto de colección y no está reimpreso).
(2). Clarke, Arthur C. The lost Worlds of 2001. The New American Library, Inc., New York. 1972. Sexta Reimpresión, 1978.
2010: el año que hacemos contacto / 2010: the year we make contact, film de Peter Hyams.
The Odyssey File. Correos electrónicos entre Arthur C. Clarke y Peter Hyams durante la elaboración del guión de 2010.
2010: de la novela al guión, por Steven Jongeward.
MATERIAL RELACIONADO.
2001: odisea del espacio /2001: a space odyssey, de Stanley Kubrick. Primera aproximación.
Arthur C. Clarke (1917 - 2008). In Memoriam.
Mundos perdidos de 2001. Libro de Arthur C. Clarke sobre la realización de 2001 (fragmentos).
Stanley Kubrick: Odisea del Cine. Ensayo de Gian Piero Brunetta.
2001: odisea del espacio, fracasa gloriosamente y Otra mirada a Odisea del Espacio, dos críticas (en contra y luego a favor), de Joseph Gelmis.