La cinta El polvorín / Bure Baruta es la visión de los vencidos en el conflicto de los Balcanes. El director serbio Goran Paskaljevic no esconde su intención desde las primeras imágenes de su película.
El prólogo se da en el Cabaret Balkan, donde un actor cuenta en su acto cual es el ambiente social y psicológico que priva en Serbia luego de las sucesivas guerras civiles en las que el país se involucró en el gobierno de Milosevic. Para el director, los Balcanes no son más que un cabaret de mala muerte lleno de contradicciones.
A partir de esta declaración de principios, de aseverar que se trata de la visión de los vencidos sobre su propía sociedad, y de afirmar que son más inocentes de lo que piensa el resto del mundo, Paskaljevic muestra el deterioro de la vida social en Belgrado, la actual capital de Serbia.
Al igual que otras cintas provenientes de ex-repúblicas soviéticas, rusas y países cercanos al conflicto de los Balcanes, El polvorín muestra un vacío de poder que es llenado por las mafias locales.
Película completa en YouTube.
Publicada por su director Goran Paskaljevic.
Subtitulada en inglés.
Esta toma de poder se realiza en medio de una ausencia de sociedad civil y entre una violencia urbana generalizada, con altos extremos de crueldad para con los débiles o desarmados. Cualquier civilidad está sepultada e impera el reino del más fuerte. Los personajes que tienen una ética aun viva deambulan en la depresión y el desaliento.
¿Ejemplos de estas cintas? De monstruos y hombres (Balabanov, Rusia) y Asesino (Omirbaev, Kazakshtán), entre otras.
También en la forma narrativa El polvorín tiene semejanzas con estas otras cintas. Toma a varios personajes y entrecruza sus vidas en varios momentos. Se busca mostrar un tapiz social con los distintos grados de violencia psicológica y física que dominan una sociedad, la ausencia total de autoridad y gobierno, y la lucha fraticida mientras ascienden las mafias económicas y criminales que no tienen entre sí ninguna diferencia sino que son un mismo Jano bifronte.
El polvorín toma varias parejas para analizar el conflicto fraticida en los Balcanes, con la idea de mostrar que no hay inocentes puros ni culpables absolutos sino que todas las etnias son responsables de las guerras y masacres. En ese sentido, se busca diluir la responsabilidad serbia y marcar un cierto grado de inocencia. Asimismo, las otras etnias –croatas, kosovares, albanos, musulmanes- tienen su grado de culpa.
Cada una de las parejas de personajes son metáforas de los conflictos balcánicos a la vez que muestran, de manera directa, la violencia instaurada en Belgrado.
El chofer y Dimitri, que resultan ser víctima y victimario. Se ajustan las cuentas porque la víctima a su vez torturó al policía. Violencia multiplicada por factores de venganza.
Los refugiados serbio-bosnios se ubican en la escala social más baja de Belgrado y, en medio de las provocaciones generales, tienen los peores problemas.
Un choque de tráfico entre el joven taxista Alex y un conductor de un VW clásico desencadena una violencia física aterrante. El joven huye, pero el conductor visita la casa paterna de Alex y literalmente destroza el apartamento ante la impotencia de los ocupantes.
La pistola, el arma, es el nuevo signo del poder. Tienes armamento puede hacer lo que quieras, no lo tienes y sólo puedes vivir el papel de víctima. Víctimas y victimarios intercambian papeles más de una vez dependiendo del control de las armas.
Un par de amigos, que entrenan en un gimnasio de box, comienzan una sesión de mutuas confesiones. Cada uno se acostó con la esposa del otro, uno de los hijos es del mejor amigo. Resulta que esos “viejos amigos” que convivieron durante tantos años se dedicaron subrepticiamente a minar la vida del otro.
Aparte de mostrar la crueldad con la que se vive en Belgrado, es obvia la metáfora de cuál era el verdadero fondo de la convivencia social de las ex-repúblicas yugoslavas y sus etnias. Cada una minaba a la otra mientras se aparentaba una vida civilizada entre todos.
Este par de amigos, reales y simbólicos a la vez, desencadenan una violencia aterradora al conocerse la verdad sobre su conducta “amistosa”. Golpe a golpe se cobran las deudas hasta que finalmente, con el cuello roto de una botella de cerveza, uno elimina al otro en los baños de un gimnasio en una de las escenas más crudas de la película. El que sobrevive no tiene ya razón para vivir y, mientras acosa sexualmente a una joven en un tren, termina suicidándose y “suicidándola” con una granada.
¿Más violencia? Sí.
Un tipo secuestra un autobús y violenta a todos los pasajeros hasta ser golpeado por el chofer. Una de sus víctimas, una joven, se pelea después con el novio por lo que le acaba de suceder en el autobús –ella provocó al pandillero, según el novio-. En medio de la discusión aparecen los mafiosos, que humillan al novio e intentan violar a la joven.
Son las Variaciones Golberg de la violencia.
Pero todas estas historias están salpicadas de un humor negro casi expresionista. Siempre es de noche, siempre reina la obscuridad y la muerte irónica.
Al final queda clara la intención del realizador. El Cabaret Balkan es un caos social y político donde nadie es inocente y todos comparten la culpa. Pero lo que es propio de El polvorín, al ser la visión de los serbios vencidos, es una amargura particular y una desilusión que no se siente en otras películas semejantes provenientes de las ex-repúblicas yugoslavas.
EL POLVORIN / BURE BARUTA. Producción: MACT, Vans, Ticket, Gradska, Gradski Kina, Mine, Stefi, Eurimages, Canal +, Antoine de Clermont – Tonnerre, Goran Paskaljevic. Dirección: Goran Paskaljevic. Guión: Dejan Dukovski, Zoran Andric, Filip David y Goran Paskaljevic, basado en la obra teatral de Dejan Dukovski. Año: 1998. Fotografía en color: Milan Spasic. Música: Zoran Simjanovic. Edición: Petar Putnikovic. Intérpretes: Lazar Ristovski (boxeador en el tren), Miki Manojlovic (Michael), Mirjana Jokovic (Ana), Mirjana Karanovic (Natalia), Danil Stojkovic (Viktor), Sergej Trifunovic (secuestrador del autobús), Nikola Ristanovski (Boris), Nebojsa Glog0ovac (taxista), Marko Urosevic (Alex). Duración: 100 minutos. Distribución: Quality Films.