El estreno de Batman, el caballero de la noche puso irremediablemente sobre la mesa la pregunta: ¿cuál es el mejor Guasón, el de Jack Nicholson o el de Heath Ledger? Todo antes de conocer al Guasón de Jared Leto.
Francisco Peña.
Sádico, incontrolable, impredecible… único. El Guasón, el Joker, es el clásico oponente del Hombre Murciélago: sólo un delgado hilo ético los separa del desequilibrio común, son dos caras de una misma moneda. En cómic o en cine tiene su propio lugar privilegiado ya que sus rasgos y características como personaje lo colocan por encima de los otros villanos que asolan Ciudad Gótica.
Cuando en 1989 se estrenó Batman, dirigida por Tim Burton, actuada por Michael Keaton en el papel de Batman y Kim Basinger como la rubia Vicky Vale, fue Jack Nicholson el encargado de dar vida al Guasón. La cinta fue el inicio de un ciclo de cuatro películas de Batman empapadas en la atmósfera estética de los años noventa que terminó por agotarse con Batman y Robin (Joel Schumacher, 1997). Parte del problema fue que las secuelas se midieron contra la primera película, que hasta hoy era clásica.
Nicholson estableció una simbiosis entre el villano, su propia imagen fílmica y algo de la pública. Debajo de la piel blanca y el pelo verde el actor se divirtió y transformó al Guasón en una de las mejores variantes de: “Véanme a mí, Jack, de loco en Atrapado sin salida, de corrupto en Hoffa, de gángster en Los infiltrados o El honor de los Prizzi, de demonio seductor en Las brujas de Eastwick”…
Lo hizo tan personal que durante años la mueca y la risa del Joker fueron inseparables de Nicholson en el recuerdo de cinéfilos y batifílicos, al igual que sus diálogos, algunos de los cuales se volvieron “refranes” en la vida cotidiana:
- Me puedes llamar Guasón y, cómo ves, soy mucho más feliz.
- ¿No han oido del poder curativo de la risa?
- Esta ciudad necesita un edema.
- ¿Alguien me puede decir en qué clase de mundo vivimos cuando un hombre vestido como murciélago se roba toda mi publicidad?
- Hago arte… hasta que alguien muere.
- Soy el primer artista-homicida totalmente funcional del mundo.
- Vaya señorita Vale, ¿otro gallo en el gallinero?
Y algunas conversaciones:
VICKY: ¿Qué quiere?
GUASÓN-NICHOLSON: Mi cara en el billete de un dólar.
VICKY: ¡Es un loco!
GUASÓN-NICHOLSON: ¡Pensé que era un Piscis!
Para rematar con:
- ¿De dónde saca esos juguetes maravillosos?
- Si has de irte, vete con una sonrisa.
Su sarcasmo hizo historia: el Guasón de Nicholson es astuto, inteligente y tan mordaz en su lenguaje que parece desequilibrado pero es encantador (¡Jack es Jack!).
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Prepárense: nada que ver con El Guasón de Ledger…
Guasón - Nicholson: Esta ciudad necesita un edema.
Guasón - Ledger: Esta ciudad merece una mejor clase de criminal y yo voy a dársela.
Batman es un personaje complejo, famoso (y deja tantas utilidades), que no podía quedarse tirado en el piso, babeante, en el estado de coma forzado donde lo abandonó Joel Schumacher. Warner Brothers aliado a DC Comics relanzaron la franquicia en 2005 con Batman inicia dirigida por Christopher Nolan. ¡Va de nuez desde el principio! Todo se volvió más oscuro y cortante.
El Guasón se transforma en el maldito sin concesiones, el villano que merece el comienzo de nuestro siglo XXI. Sus matices se expanden a partir de la peor pesadilla new ager: ¡Señores, el mal no es ignorante, ES proactivo, lo sabe y actúa!
Así, en dos horas y media, el Joker desgrana su anarquía y depravación. Tiene conciencia clara de por qué hace el mal mediante explosiones, asesinatos y muerte. Extiende su enfermizo infierno personal hacia todos los demás por el puro placer de hacerlo. Su risa es aguda, insoportable e inconfundible. Su voz va de la profundidad amenazante a la exaltación tipluda que marca el horror transmitido al público. Ledger puso toda su habilidad actoral al servicio de este Guasón “remasterizado” que es inolvidable.
Sus frases son aún más famosas (por actuales) como:
- ¿Por qué tan serio(s)?
- Esta ciudad merece una mejor clase de criminal y yo voy a dársela.
- Pongamos una sonrisa en esa cara.
- Desde hoy en la noche la gente morirá. Soy hombre de palabra.
…y otras más que pronto brincaron de la pantalla a nuestras vidas…
Vean los DVDs o en Netflix. Confirmen cómo el Guasón de Ledger le borra para siempre la sonrisa al mismísimo Jack Nicholson. Vean cómo “algunos hombres sólo quieren ver arder al mundo” porque escogieron el caos. Traten después de sacar este rostro de sus propias pesadillas.