Por Patricia Farías (música), David Guzmán (música) y Francisco Peña (edición y armado de información)
Para l@s cinéfil@s latinoamerican@s, la hermosa Alicja Bachleda-Curuś se ha presentado recientemente ante ell@s por tres vías principales.
En el mundo del espectáculo, fue pareja sentimental del actor Colin Farrell, luego de que trabajaron juntos recientemente en la película ONDINE / La mujer que vino del mar (del director irlandés Neil Jordan), que se estrenó finalmente en la Ciudad de México el 6 mayo de 2011 (¡finalmente la soltó la distribuidora!). De esta relación, la pareja tuvo un hijo: Henry Tadeusz Farrell, nacido el 7 de octubre de 2009 (¡Libra!). Henry Tadeusz fue bautizado como católico en Cracovia, Polonia, en la iglesia de la Visitación de la Santísima Virgen María. Sin embargo, el 15 de octubre de 2010 se anunció que la pareja se había separado, que Henry Tadeusz viviría con su madre Alicja... y Farrell... bueno, Farrell regresó a su anterior vida de pubs, bebida y parejas inestables con modelos de tercera línea.
La segunda vía de presentación surge de su participación protagónica en la película Trade / Crimen sin perdón / El rapto, en 2007. La tercera, la más firme y constante, viene de Europa, especialmente de Polonia donde es una reconocida modelo, cantante y actriz, que recibe su reconocimiento precisamente al protagonizar Ondine.
El primer dato que aparece en la biografía de Alicja Bachleda-Curuś es curioso y llama la atención: nació el 12 de mayo de 1983 (Tauro, tiene 38 años en 2021) en ¡la ciudad de Tampico, Tamaulipas, en México!
Resulta entonces que esta joven actriz de Polonia tiene algunas raíces en México, por lo que no es de extrañar que uno de los cuatro idiomas que habla sea el español, junto con el polaco –su lengua materna-, inglés y alemán.
Salió de México apenas a unos meses de nacida para radicar con sus padres en Polonia donde comenzó su carrera como actriz, cantante y modelo; sin embargo, no se olvidaron de ella en Tampico. Por invitación de la comunidad tampiqueña, Alicja regresó en mayo de 2008 a celebrar sus 25 años y para ser declarada Ciudadana Distinguida de Tampico. “Lo dejé cuando tenía tres meses (de edad) y me fui a Polonia, y ahora puedo ver lo bonito que es, lo soleado, caluroso, lo maravilloso de la gente”, declaró durante su visita a su ciudad natal Tampico, donde fue nombrada Ciudadana Honoraria.
Alicja Bachleda-Curuś forma parte de la nueva generación de actrices polacas que toma la estafeta de manos de generaciones anteriores con nombres ya consagrados en el cine: desde la generación de directores como Wajda y Kawalerowicz (50s), Polanski y Skolimowski (60 y 70s), Kieslowski, Jerzy Stuhr y Agnieszka Holland (80s) hasta la de actores / actrices como Zbigniew Cybulski y Tadeusz Janczar (50, 60s), Daniel Olbrychski y Stanislawa Celinska (70s), Andrzej Seweryn, Wojciech Pszoniak y la actriz-icono Krystyna Janda (80s).
En una Polonia postcomunista que ahora forma parte de la Unión Europea, el desarrollo de la carrera de Bachleda-Curuś tiene tintes semejantes a las de otras personalidades europeas, claro, con sus modalidades polacas: ascenso en el cine nacional, paso al cine europeo y el cross-over al cine estadounidense para, quizás, retornar al nacional-europeo (dos ejemplos conocidos de este proceso son las francesas Juliette Binoche y Sophie Marceau). A los 26 años, Bachleda-Curuś está en el proceso de consolidar el cross-over con la cinta Ondine y que inició en Trade.
Sin embargo, Alicja Bachleda-Curuś no es una improvisada. Debutó a los seis años como cantante en un festival de música infantil, a los 10 trabajaba en la televisión polaca y debutó oficialmente en el cine a los 15 años de la mano de Andrzej Wajda en El Señor Tadeo / Pan Tadusz (1999). En los 90, mientras desarrollaba su carrera en Polonia, también se dedicó al estudio, por ejemplo, en el V Liceo Ogólnokształcące en Cracovia.
CANTO
Conociendo a Alicja Bachleda-Curus
Patricia Farías (Ciudad de la Costa, Uruguay)
El lugar común dice que la música no tiene fronteras. Hasta ahora, para mí se aplicaba a la música instrumental, porque en caso de tratarse de un cantante siempre he preferido poder comprender algo de la letra de las canciones que escucho.
Claro que en este caso eso era imposible, primero porque no conocía a esta joven cantante y segundo porque no hablo su idioma… así que con un poco de reparo –y mucha curiosidad, también–, escuché los temas que me hicieron llegar.
La sorpresa fue encontrar una voz dulce pero que a la vez se impone, que en lo personal me remite a algunas cantantes ya desaparecidas. Una de esas voces que queremos seguir escuchando. La música no la subyuga, sino que la acompaña para que sea siempre lo que se destaca, lo que como escuchas vamos a recordar principalmente.
Esa voz es la que hizo que olvidara de que no era posible comprender lo que decía, y dejara que simplemente, ella me hablara por encima de las barreras del lenguaje. Que la voz llegara hondo, guiándome apenas con algunas imágenes de los videos. Tal vez esto sea la mejor tarjeta de presentación para quienes como yo no la conozcan; el hecho de decir: cierren los ojos y dejen que ella les hable. Háganlo y conózcanla si aún no lo han hecho, no se van a arrepentir.
Al encuentro de Alicja Bachleda
David Guzmán (Cancún, México)
Casi pude visualizarme en un bar de los años 40, sentado a una mesa redonda, con una copa en la mano mientras mi cigarrillo despide un hilo de humo que pone el toque bohemio al momento. Entonces aparece en el escenario Alicja Bachleda, una hermosa cantante con rostro angelical, mezcla de una inocencia de la ‘Lolita’ de Kubrick con la mirada experimentada de una mujer que ha vivido y que no es posible dejar de contemplar.
La Bachleda posee una voz cristalina que emerge de una cada vez más rara combinación: mezcla de belleza y talento, pero además y como adjetivo clave ‘sensibilidad’; una sensibilidad que seguramente a otras cantantes de su edad (26 años) les debe costar transmitir. Aquí no ocurre así, su sensibilidad te atrapa y por la tonalidad de su voz es perfectamente factible escucharle un pop elegante que la interpretación de algún tema de las divas de antaño acompañada de una gran orquesta.
Y es este rango tan dispar el que más atrae mi atención de su talento; este saber moverse con elegancia y sobrada capacidad de un género a otro, es una virtud que no cualquier artista posee.
El referente de Alicja Bachleda-Curus me llega por encargo, así que darme cuenta de su calidad interpretativa me supone una grata sorpresa. Yo no me topé con su música por casualidad, ni por descubrimiento propio, lo cual hubiese ocurrido posiblemente de estar inmerso en la cultura polaca; pero en mi caso, no fue así. Por ello me sumerjo en las principales tiendas de discos online mientras veo con decepción que ni Amazon y mucho menos Mixup (en México) poseen material de esta cantante (y actriz) polaca en su catálogo habitual.
Recurro entonces a la magnífica biblioteca de YouTube y algunos programas de descarga de música para conocerla un poco más y es así como me encuentro con canciones como “My Prayer” en tono romántico mientras degusto (¡de verdad!) el sabor de lo que sobrepasa el tiempo; con “Klimat”, muestra de un pop sofisticado y armónico y que la voz de Alicja interpreta sin problema. Agradables duetos con Bartosz Obuchowicz en el tema “Gaj” o con Piotr Cugowski en una grabación del 2004 con ligeros toques de rock llamada “Dotknac Nieba”. Y en este pequeño pero sustancioso desfile de canciones, me encuentro con la cereza del pastel, un tema fascinante llamado “Marzyc Chce”, con un instrumento tradicional polaco, cuerdas y coros que completan la experiencia auditiva y en el centro, esa voz.
Hay que escuchar pues a Alicja Bachleda aún con las dificultades que supone conseguir su material; prestarle atención a su carrera de cantante (su paso por el cine es otro camino que hay que recorrer) y sin duda notarán que les será fácil sortear la barrera del idioma para percatarse que la música y por supuesto una voz como la de ella, son universales. No hay artificios, ni mecanismos que disfracen su voz y es por ello que la secuencia inicial con la que comienzo este texto suena sencillamente realizable. Las verdaderas cantantes nos pueden propiciar el lujo de echar a volar la imaginación.
Para escribir sus opiniones Patricia y David vieron, entre otros, los siguientes tres videos en YouTube. Posteriormente seguimos con su carrera en el cine.
Marzyc Chce / Dream Wish – 3:53 mins - en polaco
My prayer – 3:34 mins – en polaco
Ich verlier mich gern in dir – 3:13 mins – en alemán – de la película Herz Im Kopf
Klimat - 3:06 mins - en polaco
Discografía
"Sympatyczne sny" - cassette (1991)
"Nie załamuj się" - cassette (1996)
"Marzyć chcę" – sencillo de su CD Klimat (1999)
"Klimat" - (2001)
"Nie pytaj, nie pytaj mnie" - sencillo (2002)
"Ich verlier mich gern in Dir" - (de la película Herz Im Kopf) (2001)
CINE
Aunque su sitio oficial en Polonia marca su participación en series de TV filmadas, a los 10 y 12 años, Alicja Bachleda-Curuś debuta oficialmente por primera vez en la pantalla cinematográfica de la mano del director más famoso del cine polaco: Andzej Wajda.
Aparece a los 15 años en la película El Señor Tadeo / Pan Tadeusz (Wajda, 1999), basada en la obra del poeta Adam Mickiewicz y escrita en 1834. Se trata de un poema épico considerado el más importante en su tipo en la literatura polaca, y cumbre del Romanticismo Polaco. Al abordar una obra tan famosa y popular el reto fílmico para todos los participantes era intenso.
Para Alicja Bachleda-Curuś, el reto era aún más difícil al protagonizar a la joven Zosia / Sofía, uno de los personajes literarios más queridos y conocidos en Polonia. Zosia es el foco de atracción de varios personajes masculinos, en especial del joven Tadeo. Es fresca, juvenil, sin afectaciones, con una inocencia que no está peleada con una mente ágil. Su entrada al medio social deja deslumbrados a más de uno por su gracia y su don de gentes. Con el paso del tiempo, Zosia va madurando y da muestra de generosidad, tolerancia e inteligencia. Por estas características es uno de los personajes del Romanticismo polaco y europeo más deslumbrantes.
EL SEÑOR TADEO / PAN TADEUSZ (WAJDA, 1999) - escena con Alicja Bachleda-Curuś
Alicja Bachleda-Curuś encarna a Zosia con una habilidad mesurada que deslumbra a los cinéfilos, claro, de la mano de Wajda a lo largo de todo el film. Las diferentes etapas por las que atraviesa Zosia son plasmadas con una versatilidad natural sorprendente para una joven actriz de entonces 15 años: de la inocencia adolescente hasta la adopción de responsabilidades adultas pasando por momentos de angustia del personaje.
La clave es que para 1999, cuando se rodó El Señor Tadeo, Alicja Bachleda-Curuś no era una improvisada en el set. Su experiencia en un set cinematográfico se remontaba a una producción dramática de alto contenido trágico: La lista de Schindler (1993), de Spielberg. A los 10 años protagonizó (sin crédito en pantalla) a una de las pequeñas niñas que aparecen en Auschwitz cuando un guardia alemán trata de separarlas de sus madres en el tren, y que Schindler rescata. Alicja no se intimidó con un rodaje tan completo, por lo que en El Señor Tadeo puede desplegar toda su potencialidad actoral es un papel más que adecuado para su edad. Por eso es que Zosia es uno de los personajes que más brillan en el film de Wajda, junto a actores polacos ya consagrados como Daniel Olbrychski y Andrzej Seweryn, y pudo plasmar en pantalla la visión del director de cine polaco más conocido en el mundo. Ambos logros de Bachleda- Curuś, a su edad, no son nada despreciables.
Con ese potencial actoral, no es raro que diera el siguiente paso en el crossover hacia el cine europeo. Su paso por el cine alemán en Herz Im Kopf (Gutman,2001) le permitió después entrar en contacto con el joven director Marco Kreutzpaintner. Con él filmó Summer Store (2004) y Trade (Crimen sin perdón, 2007, ya con participación financiera estadounidense independiente).
Trade / Crimen sin perdón (Mex) / Tráfico la da a conocer a las grandes productoras estadounidenses. Es una cinta difícil, incómoda, rodada para denunciar y no para “divertir”, que cumple una función social y no de “entretenimiento”. Su tema es el tráfico de mujeres a Estados Unidos, mercado que “compra” esclavas sexuales de dos vías preferentes: Europa Central y Latinoamérica. Bachleda- Curuś encarna a Verónica, joven madre que por necesidad económica cae en la trampa de anuncios clasificados y se translada a la Ciudad de México donde es secuestrada. La cinta gira alrededor de Adriana (Paulina Gaitán), joven mexicana de 13 secuestrada para subastar su virginidad por 50 mil dólares vía Internet.
En el translado a EU, Verónica es la única amiga de Adriana e intenta protegerla para que viva. La actuación de Bachleda- Curuś es contenida, mesurada: el miedo, la incertidumbre y la desesperación las expresa muchas veces por medio de la mirada, de los ojos, del manejo del lenguaje corporal. La humanidad con la que reviste a su personaje en Trade llamó la atención de otro director de renombre internacional para un papel protagónico.
Neil Jordan la escogió para su película Ondine (2009, Irlanda/EU) que se presentó en el Festival de Toronto en 2009. Encarna precisamente a Ondine, una "selkie" o "mujer-foca" que vive en el agua según el mito irlandés, que cambia la vida de las personas que la conocen en tierra y que, dice la leyenda, puede obtener su alma humana si se casa con un hombre y tiene a sus hijos.Les recomiendo ver a Alicja en manos de este excelente director de cine, en este caso irlandés.
Participó también en la coproducción italopolaca La Batalla de Viena 11 septiembre 1683 (Renzo Martinelli, 2012), que recrea el segundo sitio de la ciudad de Viena, Austria, por las tropas musulmanas de Turquía; sitio donde triunfó la Cristiandad por la intervención decisiva de la caballería pesada polaca al mando del rey Jan III Sobieski de Polonia (interpretado por el director y actor Jerzy Skolimowski). En esta cinta épica, Alicja personifica a Eleonora, duquesa de Lorena, de la casa Habsburgo. Comparte créditos con actores como F. Murray Abraham y Daniel Olbrychski.
Espero que l@s cinéfil@s de habla española descubran la presencia de Alicja Bachleda-Curuś a través del cine y la música. Es una presencia misteriosa, bella y cautivante. Una nueva aportación de Polonia a la cultura fílmica internacional… Seguiremos con interés su carrera artística: ella lo merece.
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