Tríptico - Retablo Donne, de Hans Memling, conservado en la National Gallery de Londres.
Aspecto Religioso
El Tríptico o Retablo Donne ejemplifica una tendencia clave en el arte religioso de la época:
- Devoción
Privada y Patronazgo: Los trípticos portátiles como este, encargados
por ricos o nobles (como Sir John Donne), reflejan la creciente
importancia de la devoción privada. La pintura funcionaba como un
objeto de meditación personal.
- Integración
del Donante: La presencia de los donantes en el panel central,
arrodillados y presentados por sus santos homónimos, establece una
conexión visual y espiritual directa entre la familia y las figuras
sagradas. Esto subraya la idea de que la piedad y las buenas obras del
creyente podían facilitar su acceso a la intercesión divina.
- Simbología Cristológica: Elementos como el niño Jesús que bendice al donante y el ángel que le muestra una manzana (símbolo de la Caída del Hombre, cuya redención es el propósito de Cristo) refuerzan el mensaje central de la fe cristiana.
El Rol Religioso y Pictórico de la Virgen María
En la Época de Memling (siglo XV)
La Virgen María ocupaba un lugar central en la piedad de la Baja Edad Media y el Prerrenacimiento (o Gótico Flamígero), especialmente en los Países Bajos:
- Mediadora
y Reina Celestial: Era vista como la intercesora por excelencia ante
su Hijo, la "Reina del Cielo". La imaginería la sitúa
frecuentemente entronizada, como en el Tríptico Donne, simbolizando
su autoridad y majestad.
- Maternidad
y Humanidad: Las representaciones de la Virgen con el Niño (Madre
de Dios o Theotokos) se hicieron más tiernas y humanas,
reflejando una espiritualidad que buscaba la cercanía con lo divino. Se le
muestra leyendo, jugando o amamantando al niño, lo que subraya su
humanidad y su rol como primera educadora de Cristo.
- Reflejo de la Iglesia: Teológicamente, la Virgen a menudo representaba a la Iglesia o, a nivel individual, el alma fiel. Su pureza y obediencia la convertían en el modelo ideal de cristiano.
En el Tríptico Donne, la Virgen, bellamente vestida y entronizada, es el punto focal. Su presencia en un contexto privado y su interacción con el Niño la humanizan, a la vez que su porte regio mantiene su dignidad celestial.
En resumen, la figura de la Virgen María, si bien sigue siendo lazo de unión entre lo divino y lo humano, ha visto cómo sus atributos de fuerza y humanidad se han acentuado en el arte moderno y la devoción contemporánea, adaptándose a las sensibilidades de cada época.
Detalles de la obra
El Tríptico Donne (c. 1475-1478) es un retablo de devoción privada pintado por el maestro del Primitivo Flamenco, Hans Memling (c. 1433-1494). Fue encargado por el noble galés Sir John Donne durante una visita a Brujas.
- Composición: Es un tríptico (pintura de tres paneles) que, al cerrarse, muestra figuras en grisalla (simulando esculturas) en los reversos de las alas.
- Panel Central: Muestra a la Virgen María entronizada con el Niño Jesús sobre sus rodillas. La presentan los donantes: Sir John Donne, arrodillado a la izquierda, y su esposa Elizabeth Hastings y su hija, arrodilladas a la derecha. Están acompañados por sus santos patronos: Santa Catalina (con su rueda) y Santa Bárbara (con su torre), respectivamente.
- Alas Laterales: Muestran a San Juan Bautista (ala izquierda, sosteniendo el Cordero de Dios) y San Juan Evangelista (ala derecha, con el cáliz y la serpiente).
Importancia de Hans Memling y el Retablo
Aspecto Artístico-Estilístico
Memling es considerado uno de los pintores flamencos más importantes de la segunda mitad del siglo XV. Su estilo, que consolidó el "canon brujense", se caracteriza por:
- Serenidad
y Dulzura: Sus figuras son conocidas por su belleza serena, amabilidad
y un sentimiento interior absorto, a diferencia del dramatismo de otros
contemporáneos.
- Luminosidad
y Colorido: Emplea paletas cromáticas brillantes y una gran
luminosidad en la atmósfera.
- Realismo
y Detalle: Demuestra una maestría asombrosa en el detalle,
especialmente en las capas de tejidos plisados y en los retratos
individualizados de los donantes (el Tríptico Donne es uno de los pocos
encargos que hizo para un cliente británico).
- Síntesis
de Influencias: Su obra, heredera de la tradición de Van Eyck,
incorpora también influencias del Renacimiento italiano, como el uso de la
perspectiva y una mayor claridad compositiva, lo que lo posiciona en la
transición entre el arte gótico tardío y el Renacimiento del Norte.



